Las Guerras Napoleónicas
Napoleón I Bonaparte Emperador de los Franceses (1769-1821) |
Las Guerras Napoleónicas fueron una serie de conflictos librados entre 1799 y 1815, donde Francia liderada por Napoleón entró en guerra con una serie de países europeos formados principalmente por Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia.
Luis XVI Rey de Francia (1754-1793) |
El origen de estos conflictos comienzan en el año 1792 cuando Luis XVI intentó escapar de Francia hacia Austria para poder restaurar la monarquía absoluta en el país, sin embargo la familia real fue descubierta cerca de la frontera con Bélgica (en aquella época pertenecía a Austria), fueron encerrados y se declaró la República Francesa.
Este hecho sumado a su ejecución en 1793 comenzó la guerra entre Francia y una número de países europeos absolutistas a los cuáles Francia logró derrotar en la conocida como Primera Coalición.
A partir de 1799 la inestabilidad creció aun más en Europa, con el derrocamiento del Directorio por parte de Napoleón y su proclamación de Primer Cónsul en 1802, los principios de la Revolución Francesa comenzaba a expandirse por todo el continente y Gran Bretaña intentaba a toda costa reducir el poder francés a través de coaliciones.
Entre 1805 y 1809, los enemigos de Napoleón, coronado "Emperador de los Franceses" en 1804 intentaron mediante más coaliciones, derrocarle y volver a instaurar el Antiguo Régimen, sin embargo las coaliciones lideradas por Gran Bretaña perdieron y Napoleón siguió liderando el mapa de poder en Europa.
Europa en 1812 |
Pero todo cambiaría en el año 1812 donde las potencias aliadas como Gran Bretaña, España, Rusia, Suecia y posteriormente Austria y Prusia se agruparían en la Sexta Coalición, todo se produjo por la negativa de los rusos a unirse contra el bloqueo naval a los británicos y deterioró las relaciones con Francia.
Esto provocó que Napoleón invadiera tierra rusas con su Grand Armée formada por más de 600.000 hombres. Al inicio de la contienda los franceses lograron victorias importantes como la Batalla de Borodino que abrió paso a Moscú, sin embargo se encontraron con una ciudad reducida a cenizas, lo que dejó al ejército napoleónico exhausto.
Las consecuencias fueron la retirada de tropas que sumado al duro invierno ruso, supuso bajas entre 580.000 y 700.000 soldados.
La Grand Armée en retirada |
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